La madre de Jesús estaba desposada con José, y antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo, por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era bueno y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: “José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados. (…) Cuando José se despertó, hizo lo que había mandado el ángel del Señor, y se llevó a casa a su mujer. Y sin que él hubiera tenido relación con ella, dio a luz un hijo; y él le puso por nombre Jesús”.(Evangelio de Mateo 1,18-25)
Tal y como narran los evangelios, a José lo recordamos como descendiente del linaje de David (Mt 1,20 y Mt 13,55), la estirpe humana de la que nació Jesús. Pero por encima de todo lo tenemos en el recuerdo por su fe, por su fidelidad y por el deseo de querer seguir los deseos de Dios por muy difíciles e increíbles que parecieran.
Cabe decir, que según las leyes de aquella época, si una mujer quedaba embarazada de otra persona que no era su novio, podía morir apedreada si éste la denunciaba. José se convierte en un hombre justo y fiel a Dios, preguntándose qué era lo mejor para María.
Tras asumir la paternidad de Jesús con todas sus consecuencias, enseguida se encuentra frente a otra decisión, igualmente difícil: marcharse de Belén para salvar a Jesús ante la ira de Herodes que ordena matar a todos los niños cuando él cree que el niño que ha nacido (Jesús) le va a tomar el trono. El Evangelio de Mateo lo narra así:
“Tan pronto como los magos se marcharon, un ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y estate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo” (Mt 2,13)
Y efectivamente, la Sagrada Familia emprendió camino a Egipto. Incluso, hay en El Cairo, un barrio muy bonito, el barrio copto, en el cuál, según la tradición copta, pasaron allí unos años José, María y Jesús. Muchos historiados de la Biblia creen que la Sagrada Familia nunca llegó a Egipto y que lo que hicieron fue huir “camino de Egipto”.
Una vez fallecido Herodes, un ángel del Señor se apareció de nuevo a José y le invitó a regresar a su Tierra, más concretamente en Nazaret para iniciar allí la historia de su hijo, la del Hijo de Dios. A partir de entonces, José sale muy poco en los evangelios, el caso más flamante es el de la peregrinación a Jerusalén, donde va acompañado de su esposa y de Jesús. En aquellos momentos, Jesús solo tenía 12 años. Sus padres solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Es aquél conocido relato en el que Jesús se queda en el templo de Jerusalén a discutir con los doctores de la ley.
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¿Cuándo murió José? La última aparición de José en los evangelios es ésta, o sea, en la que Jesús tiene 12 años. Según Josep Lligadas en el libro “San José, el Creyente” editado por el Centro de Pastoral Litúrgica de Barcelona, José habría muerto antes del relato evangélico de la bodas de Caná, ya que en dicho fragmento no se menciona a José y si en cambio a María. Sería lógico que si María y Jesús estaban invitados a una boda, José también estuviera con ellos, pero el evangelista no lo menciona, de allí dicha suposición. Lo más probable, por tanto, es que José muriese antes de que Jesús abandonase Nazaret para iniciar su predicación.
Pero… también hay otros historiadores de la Biblia que creen que José habría muerto dada su anciana edad. La edad de José es un tema muy discutido, hay unos que creen que era joven y otros que creen que ya tenía sus añitos. Estos últimos se basan en los llamados “Evangelios Apócrifos”, textos no reconocidos como oficiales por la Iglesia Católica.
Según el evangelio apócrifo titulado “Historia de José el Carpintero”, José habría muerto a la edad de 111 años!, incluso nos dice la fecha, el 20 de julio.
En el mismo evangelio apócrifo “Historia de José el carpintero” se nos dice que José, antes de casarse con María, era un hombre viudo y que ya tenía cuatro varones y dos hembras: Judas, Josetos, Santiago, Simón, Lisia y Lidia. También nos cuenta que “era un varón justo y alababa a Dios en todas sus obras. Acostumbraba a salir forastero con frecuencia para ejercer el oficio de carpintero en compañía de sus dos hijos, ya que vivía del trabajo de sus manos”.
María, según el apócrifo, era una muchacha que vivía en el Templo de Jerusalén sirviendo a Dios en toda santidad, y con doce años de edad. Había pasado sus tres primeros años en la casa de sus padres, y los nueve restantes en el templo. Pero al acercarse la edad de la menstruación, no podía quedarse allí porque según las leyes de entonces, provocaría la impureza del recinto sagrado. Es por este motivo que los sacerdotes del templo decidieron convocar a la tribu de Judá y tomaron de ella a doce familias (12 hombres) para buscar a un varón y desposarlo con ella. La suerte recayó sobre José, a quién la “Historia de José el carpintero” lo define como “el buen viejo José”.
Según el apócrifo, María tenía 15 años de edad cuando dio a luz a Jesús, mientras que José tenía 92. Una vez más estos datos son del evangelio apócrifo “Historia de José el carpintero”, texto no reconocido como “oficial” por la Iglesia Católica.
Se cuenta que mientras José estaba en el templo junto a los otros jefes de las 12 familias para encontrar esposo a María en profunda oración, su vara (bastón) seca que sostenía entre sus manos floreció y al mismo tiempo una paloma blanca descendió sobre su cabeza. Este acto, simboliza el deseo de Dios en que José fuera el esposo de María.
¿Por qué a los José se les llama también Pepe?
Esta es una curiosidad muy divertida y como todo tiene su explicación. José no es el padre biológico de Jesús, es un padre putativo (que se tiene por padre pero sin serlo). Las iniciales de Padre Putativo son PP. Las iniciales PP se hicieron muy famosas, ya que figuraron en las imágenes del santo e incluso, muchas veces, cuando se leía un fragmento del evangelio o de algún teólogo en el cual salía el nombre de José, se añadía acontinuación las iniciales PP.
San José es por excelencia el patrón de los carpinteros, ya que ejerció esta profesión según nos narra el Evangelio de Mateo (Mt 13,54-55) y por extensión, lo es también de todas aquellas personas que trabajan en oficios manuales. Los ingenieros técnicos industriales también le piden protección.
Así mismo, el Papa Pío IX lo declaró en 1870, patrón de la Iglesia Católica universal. También es el patrón de los seminarios católicos, de ahí que la Iglesia Católica celebre el domingo después a esta festividad el “Día del Seminario”. Este patronazgo es fácil de entender, ya que como padre, educó a su hijo Jesús en Nazaret y le preparó durante muchos años para su ministerio. ¿Quien mejor que San José para que proteja a los que serán futuros sacerdotes?
En 1955 otro Papa, en este caso Pío XII, instituyó la fiesta de San José Obrero el día primero de mayo para cristianizar la Fiesta del Trabajo que había nacido en 1889. Es por tanto, el patrón de todos los trabajadores.
La devoción popular ha creído que José murió en brazos de Jesús y de María, sin duda falleció en buena compañía. Es por este motivo que se le pide auxilio para tener una buena muerte.
Se le otorga la protección de los padres de familia y de las personas indecisas. Diferentes comunidades religiosas se amparan en él y países como Bélgica, Canadá o Perú lo tienen como protector.
Y no cabe olvidar que el 19 de marzo es también el día del padre, una festividad en honor a nuestros padres, como padre fue José de Jesús.